martes, 23 de octubre de 2012

Viaje a la vuelta a de Cullera 2012


Crónica de Consuelo Caparros Oñate.
Sobre las 6 h de la madrugada del día 21 de Octubre y con quedada en el sitio habitual, nos dirigimos a Cullera, un pueblo costero y turístico de la provincia de Valencia.
Salimos un grupo de socios y corredores del club de 15 personas, como medio de transporte un microbús realmente diminuto, tardamos tres horas y media en llegar con parada incluida en un área de servicio de la autopista, estiramos piernas y desayunamos algún cafelito con donuts. 
Cuando llegamos al lugar de la carrera rápidamente nos dirigimos con ilusión a recoger el dorsal, se sentía  un buen ambiente de corredores y acompañantes, incluida una novia que recién llegada de la celebración se dirigía a disputar la carrera.
Con el disparo de salida comenzó a las 10h la prueba, 12700 metros nos esperaban en un circuito muy ameno, a decir verdad casi se me paso sin darme cuenta, en primer lugar nos dirigieron al paseo marítimo  de las playas de Cullera, unos 4 Km preciosos de verdad, enseguida empezó la dura cuesta de subida al faro, vistas espectaculares de nuestro mar mediterráneo y de la costa, tras el descenso nos adentramos en unos impresionantes huertos de naranjos, tras deleitarnos con el olor a azahar que desprendían  de nuevo un repechó  para por fin volver a adentrarnos en el pueblo, callejuelas antiguas con público animando sin parar, destacar al buen rollo entre compañeros durante todo el recorrido, los últimos 2 Km los realicé con dos veteranazos valencianos conocedores del recorrido, 
entre a meta con la misma energía e ilusión con la que empecé y con una sonrisa digna de una buena peralica, aplaudida y muy bien recibida por los compañeros del club que habían entrado ya, fue tanta mi euforia que el speaker me llamo a careo para hacer una entrevista a esa cartagenera que entraba tan sonriente con un tiempo de 1:05:50, hoy dice  Ramón que he salido en Canal 9, vaya subidón, a la llegada  nos esperaba fruta, acuarium y refrescos todo rodeado de un ambiente deportivo descomunal.
Tras ducharnos en el pabellón municipal nuestro anfitrión y guía Ramón Sobrino nos dirigió a la Ermita construida sobre una fortaleza árabe realizando en microbús parte del recorrido de la carrera, ésta estaba situada casi en la cima del monte que da vida al pueblo, unas vistas impresionantes de toda la comarca, naturaleza en estado puro.  Ramón indicó al conductor, ahora sí, el camino hacia el restaurante donde nos esperaban unas “cervezicas y un arrozico”, como hacia una hora  le había dicho a mi entrevistador. 
Saciamos  nuestra hambre con dos clases de arroz diferentes, con unos postres magníficos y con un licor de “naranchelo” que nos dio ese punto que hacía que nos riésemos de casi todo, por decirlo suavemente.
El camino de vuelta sin problema alguno y si con alguna que otra siesta para relajar mente y cuerpo de los abusos de tan opípara comida, había que llegar a casa sin ese puntico que nos dio ese “naranchelo” a más de uno.
Esto es lo que pasó y así os lo contó, Consuelo Caparros, hasta la próxima

1 comentario:

  1. Peralica superstar, normal, tienes planta y encima corres como las liebres. Un saludico y enhorabuena.

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