Espiritu del Tambucho. Capítulo 29 - Objetivo: Media Maraton por Montaña Antonio de Béjar Calasparra 28/5/2011

Antes de la Media me planteo un par de entrenamientos con fines diferentes: el primero de velocidad por la Via Verde; éste el jueves 26 junto con el Cervatillo, Alfonso y Pepe Paredes, y el viernes 27 a la Podadera y al Fajardo solita, aunque siempre acabo cruzándome con algún conocido.
A las 4pm del sábado quedada con Eva y Manu en la pista de atletismo "junto a la puerta por donde se entra en la Media". Se presentan otros corredores independientes, Pitu, Javi, Cayetano y Julio.
Tampoco se tarda tanto en llegar a Calasparra, no sé quién narices me dijo que se tardaba dos horas y cuarto, iría pisando huevos porque nos llevó nada más que hora y media. Vé y busca...

En fin, al llegar todo fueron facilidades, la organización fantástica, los compañeros fenomenal, cada vez que había que volver al coche para dejar cosas  - como la bolsa de corredor -, sin problemas. Lo entrañable de estas citas es el reencuentro con los amigos, caras conocidas, entre Correbirras y Peralicos. Entre la presencia de Medios se encontraba TELECALASPARRA y otros medios gráficos tanto a pie de meta como en ruta.

La prueba comienza con puntualidad, a las 6.30 con una temperatura perfecta, ni frio ni calor, airecillo, encapotado amenazando con alguna gota. Comienza y termina por tramo urbano; unos 800 metros luego ya se adentra en monte. El ambiente es fantástico, unos compis preguntan si la he hecho antes a lo que contesto que no. Sugieren que me una al grupo de Pepe que es muy bueno. "¡Pepe, recoge a esta mujer!".
Nos acompañan unos chavales de unos 8 y 11 años durante un buen tramo, van recortando, animando pero con la intención de marcarse ellos la Media. Un corredor advierte a los del Patrol o "coche escoba" para que los recoja por seguridad.
El paisaje es espectacular...y la subida de unos 3k "que te caes para atrás" como decía una. El recorrido transcurre entre constantes subidas y bajadas sobre una senda ancha de tierra; cuatro avituallamientos - lo habitual en medias, uno cada 5 kilómetros -. Aguanto un ritmo constante, siguiendo el protocolo de avituallamiento, consistente en no quedarme sin agua. En alguna subida más complicada que la anterior las piernas me piden caminar, y de nuevo emprendo el trote y recortando. Los kilómetros están señalizados sobre los árboles y da la impresión de no haber avanzado mucho, y es que por lo visto en monte se "contabilizan de otra manera".
Si es verdad que la gran subida es la del principio y que luego ya es más suave, pero no nos engañemos, te las encuentras más o menos pronunciadas.
Cuarto avituallamiento: "Operación medioambiente:  todos a recoger botellitas y latas y a limpiar el monte". Se echó en falta la camelbag o un bidón por lo menos, así le hubiese robado algún minutejo al crono, e insisto, las zapatillas de trail.
Todavía diviso la estela de ese grupo tan majo en el kilómetro 15, pero necesito un AQUARIUS o me da una pájara, por lo que pierdo un poco de ritmo pero me permite continuar. Seguimos avanzando y el cansancio ya casi no me permite levantar los pies y tropiezo varias veces, "Vamos concho, ¡arriba! aquí has venido a terminar la carrera, venga".
Los últimos dos se hacen interminables. A la entrada del pueblo hay un arroyo en el que daban ganas de echarse al suelo y mojarse la cabeza en ese agua tan clara como un manantial.

Pasado el último cruce cortado pequeño repecho última curva y recta hacia meta. Un agente de Protección Civil se interesa por mi estado, "si, bien" y esprinto hacia meta para arañar unos segundos al cronómetro, pero al final queda la cosa en 2 horas y 45 minutos. La gente te arropa con los ánimos, más agua más naranjas y una birrita que me trae un amigo, como no. Los compis se han llevado trofeo, Eva "Peralica" quedó tercera clasificada, a quien se le dan mejor las subidas, y de los independientes y compañeros de viaje, Pitu, se lleva el cuarto puesto en femenino. 

Mapa de ruta

Hay que felicitar al Club Alpino y al pueblo de Calasparra por tan buena organización, voluntariado y apoyo a los corredores que se dieron cita allí el sábado. Una experiencia para repetir...ah, por cierto...muy sabroso el arrocico en saco que iba en la bolsa del corredor.