A modo de entrenamiento, el viernes 17 subí y baje de la Atalaya por técnico. Fue un entrenamiento medio corriendo medio andando tras un problema de salud que venía arrastrando toda la semana y a la vez sirvió para probar las zapas de trail y los bidones en faena. Fue una tiradita suave de hora y cuarto más o menos. Además, que me quedaba resolver unos temas para la cenita del Marathon Cartagena esa noche, que prometía lo suyo, jeje...
Total, que ya estaba todo dispuesto para ir a Umbría de Espuña para participar en la segunda edición de los 16k en modalidad de corredor, pues también se podía recorrer como senderista.
Me calzo las zapatillas de trail y me pongo la braga de cuello en la muñeca, de momento. Preparo bidones de agua y energética. Quedada en Plaza Bastarreche con Benito del Mandarache a las 7.45; iban Pepe - independiente y conductor - Alvarito y su padre, y Benito claro. A la salida de Cartagena paramos en una estación de servicio donde tengo la ocasión de conocer a mas Mandaraches, como Alfonso Pérez y Andriu quienes se estaban tomando un café de camino a Casas Nuevas. Les animo a entrenar con el Tambucho y me preguntan por Juande, quien estaba participando en un ultra entrenamiento de 70 ks desde el Portús a Calabardina en autosuficiencia y concebido por él mismo.
Para otro año y para el que se anime a participar, hay que ir por Pliego y el camino lo encontraréis señalizado. Antes de irse a Mula pueblo o el Niño de Mula y dar un voltio por Sierra Espuña de miedo, como le pasó a uno que yo me sé.
Llegamos bien, un poco "mareaos" pero bien. El aparcamiento, fácil; la recogida de dorsales, fácil; el calentamiento, por alrededores y el campo deportivo. Hubo abundante presencia de Correbirras, Mandaraches, entre otros clubes de Caravaca, Murcia, Eliocrocas y de también del Marathon Cartagena, representado por una servidora. Entre robados y posados, llaman a línea de salida, primero a senderistas y corredores; minuto de silencio, y salida a las 10.15. Para empezar, subidita para arrancar calentitos. Y tirando a buen ritmo llaneamos un buen tramo hasta comenzar las constantes subidas y bajadas por el monte aguantando el mismo ritmo y caminando en aquellas cuestas por las que lo mas seguro se tardaría lo mismo, y porque el Lorenzo apretaba, amen de un viruji que corria por allí que permitía un respiro. Hay controles de Policía y comienzan a bajar unos pocos corredores con tirones; ofrezco agua a uno de ellos que me pregunta si queda muy lejos el principio de la subida y ofrezco agua con indicaciones. Consigo pegarme al grupito de amarillos de AVENTURA-T hasta el k7, Carmen, Ana y otro compañero suyo - al menos desde el principio de carrera,, pimpam, pimpam -, pero acaban por escaparse, el Mandarache Veterano también se me escapa, y es cuando me empiezo a dar cuenta de lo mucho que me estaba afectando lo que se llama la tensión de carrera, en la que empiezas a esforzarte - o más bien forzarte - para no quedarte muy colgad@; y dejas de respetar el ritmo propio; la respiración y la ansiedad ya no te permite respirar como es debido. Desde luego que no me olvido de recortar ni de mantenerme hidratada con los bidones en ristre, rellenándolos en los avituallamientos. Un buen tramo suave donde predominaban las cuestas abajo y llanos, me permite un considerable cambio de ritmo y aprovecho en tirarle por alli hacia el doce y en ultima tirada el monte guarda un par de sorpresitas en forma de subidita. A falta de menos de cuatro kilómetros se encuentra una Correbirras tirando fotos con una cámara fabulosa - a ver si me hago con las fotitos - y ya de camino a la meta estiro todo lo que puedo en los ultimos dos kilómetros y a mi llegada a la hora y cuarenta y cinco me reciben mis niños; el mejor y más dulce recibimiento. Me encuentro con las amarillas del AVENTURA-T, las felicito por su carrera y nos presentamos debidamente. Me comentan que su compi ha quedado segundo clasificado a quien felicito desde aquí. El cuerpo pide aperitivo, pero antes recojo cositas del coche y a la vuelta con los amigos y los niños nos cruzamos con un paseito de coches legendarios Pontiac descapotables y demás y saludamos a los pasajeros. Insisto que paren a coger albaricoques "pero esta la cosa jodía y si te pillan con la bolsa te apuntan con la recortá con un tono agresivo insistiendo - ¡deja la bolsa! ..¡que dejes la bolsa!" así que se me corta un poco el rollo de bajarme, jeje. Hartos ya de tanta vuelta y calor paramos a comer en el Jarro de Oro un arrocico a la brasa con conejo y a la vuelta a Cartago tras un bañito en la piscina de éstos,, birrica fresca patatas fritas y fotito para coronar el día.
En el Tambucho de esta semana y a ritmo de cinco con Juande, Al, Pepe Paredes y Yolanda del Atletismo La Manga comentamos la tensión de carrera; son pocas las que llevas: tres de montaña, que no por montaña, pues son muy distintas" me recuerda Juande. "No importa que te pasen, en montaña la velocidad se mide de distinto modo - a la hora, no en minutos el kilómetro". Entonces no puedes medirte con otros porque cada uno tiene una trayectoria distinta, pero aunque es tontería, es normal sentir esa ansiedad que te acaba cortando la respiración; por eso no hay que dejar de intentarlo y entrenar y estar ahí.