jueves, 19 de julio de 2012

'Sex and the Olympics'

Nuestro amigo Calendura nos manda este interesante reportaje que ha aparecido en El Mundo

"Lo que sucede en la Villa se queda en la Villa" dice Summer Sanders, ganadora del oro en 200 metros mariposa en Barcelona 92. "Entre el 70% y el 75% de los deportistas mantienen relaciones sexuales los unos con los otros durante los Juegos Olímpicos", comenta el nadador Ryan Lochte, que ya acumula tres medallas de oro entre Atenas’04 y Pekín’08. "Hay mucho sexo. He visto gente practicando sexo al aire libre, en la hierba que hay entre los edificios", señala Hope Solo, portero de la selección femenina de fútbol de Estados Unidos, vencedora hace cuatro años. "Es como la universidad", continúa Tony Azevedo, waterpolista, plata en China. "La Villa se convierte en el algo salvaje, el centro del sexo más grande en el que he estado nunca", remata el bracista Eric Shanteau, ejemplar deportista por competir en Pekín tras superar un tumor testicular maligno.
La revista de la estadounidense ESPN, en su número de julio, deja claro, con múltiples testimonios y numerosos detalles aquello más o menos conocido, que la práctica del sexo entre deportistas es algo habitual e incluso muy frecuente entre los olímpicos en la Villa. ¿Para qué sino querrían los 16.000 atletas que estarán este verano en el barrio de Newham, en Londres, los 150.000 profilácticos, casi 10 para cada uno, que les regala Durex?
La cadena estadounidense lo revela con gracia, recogiendo experimentadas voces. Josh Lakatos, un tirador plata en Atlanta’96 explica como en Sidney’00, cuando acabó su competición, tras devolver la llave de su piso, forzó la cerradura con el permiso de una limpiadora y entonces, su estancia se convirtió en leyenda. ‘El piso del tirador’. Se corrió la voz y, según él, aquello se convirtió en un ir y venir de deportistas de todas las modalidades. "Estaba dirigiendo el burdel de la Villa Olímpica, nunca he visto tanto libertinaje en mi vida", dice Lakatos en el reportaje.
"Es diferente que estar en un bar, no es difícil entablar conversación, siempre se tiene algo en común. Sólo hay que preguntar ‘¿Qué deporte practicas?’ y ya está todo hecho", dice Solo, mientras, Breaux Greer, lanzador de jabalina comenta jocoso: "En el campo de práctica las chicas están en bragas y sostenes diminutos y los chicos en ropa interior para que todo el mundo vea lo fuertes que están. Todos tiene un cuerpo no de 10, de 20". La gimnasta Alicia Sacromone lo deja claro: "Las más jóvenes, adolescentes, coqueteaban con chicos cuánto más grandes mejor. En Pekín, incluso se atrevían con jugadores de waterpolo o con los muchachos del judo que estaban en nuestra misma sala de entrenamiento".
"Es como el cuento de Alicia en el País de las Maravillas. Puedes ganar un oro y el mismo día irte a dormir con un chico muy fogoso", rememora Carrie Sheinberg, esquiadora en los Juegos de Invierno de Lillehammer’94. Atletas de todos los países, a la vez, en la Villa, entre las camas, se conocen culturas diferentes. "Cuando acabamos de competir nuestra dieta se convirtió en caviar, vodka y champán ruso. Fue una locura. Me sorprendió que las rusas fueran, por cultura, mucho más afectivas, más cercanas" dice Greg Louganis, clavista que participó en Montreal 76, Los Ángeles 84 y Seúl 88.
Aunque claro, siempre hay aguafiestas. Según explica el texto de la ESPN, algunos entrenadores de EEUU trataron en Pekín de limitar las actividades nocturnas de sus deportistas mediante la aplicación del toque de queda a las 11 de la noche, el veto al consumo del alcohol e incluso, en el caso de la natación, la prohibición de las visitas en las habitaciones de deportistas de distinto género. No lo lograron. Amanda Beard, nadadora con dos oros, cuatro platas y un bronce al cuello comentaba: "No importaba. La gente recorría kilómetros, iba donde fuera para tratar de colarse en alguna parte". El subtítulo del artículo estadounidense es ‘Los verdaderos juegos no se verán en televisión’. Todo dicho.

1 comentario:

  1. Jeje el sexo es vida y salud, vivan las olimpiadas y los olimpicos. Un saludico.

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