Hace ya 5 meses que contemplé la idea de ir a esta carrera, ¿quién podia ser mi aliada? Como no mi compi guerrera MªJosé Calonge, sabia que iba a ser fácil de convencer, con presentarle un nuevo reto me iba a decir que sí, y como las inscripciones las dejaba en mis manos allí estaba yo el dia que las abrieron apuntándonos. Ya no habia marcha atrás.
Una vez acabado el Marathon de Barcelona en marzo la cabeza ya estaba en este nuevo reto, y poco a poco se fueron sumando km en nuestras piernas, por mi parte no hubo ningún entrenamiento mayor de 35km y por parte de ella de 23km, pero como en este tipo de pruebas puede más la cabeza y el corazón habia que ser positivas y llevar en mente que la ibamos a acabar SI o SI.
A poco del gran dia nos enteramos que otra compi del club también iba, la gran Raquel Miñarro, por lo que acordamos irnos juntas las tres y disfrutar el fin de semana.
El viernes 6 de mayo cogiamos camino a Ronda, y tras unas horas de coche, risas y anécdotas que mejor no contar porque mas de uno diria "mujeres tenian que ser", llegamos al destino; tras recoger los dorsales, ver a algún compañero del club, visitar Ronda, dejar las mochilas de los km59 y 77 del recorrido y cenar, nos despedimos de Raquel para reunirnos con los amigos de A to Trapo que nos habian dado acogida en sus casas rurales.
Tras compartir con ellos un buen vino, unas risas, entrega de amuletos y demás anécdotas conseguimos acostarnos a las 1:30h, y sin apenas dormir por los nervios, a las 7:15h nos dan el "quinto levanta" para ir tomando contacto con lo que nos esperaba horas después.
Ya en la salida comienza a llover, algunos se hacen chubasqueros caseros, porque la temperatura y la lluvia nos hace pasar frio, no vemos a la cabra por ningún lado, si a compañeros del club y amigos de Elche, nos dividimos: yo me quedo con la gente de A to Trapo, ellas con la del club. A las 11h en punto un ¡VIVA A LA LEGION!, ¡VIVA ESPAÑA! Y CAÑONAZO nos dan la salida.
El recorrido es llevadero: trotar en llanos y bajadas y andar en subidas, poco a poco llegamos al primer avituallamiento sólido en el km24 donde encuentro a Raquel y MªJosé, ésta última continúa con nosotros, y unas horas después estamos en Setenil (km59), pueblo precioso enclavado en la roca y donde nos espera otro avituallamiento sólido y nuestra primera mochila para cambiarnos, coger frontal y proseguir. Seguimos pasando por preciosos parajes donde la primavera deja ver todos sus colores, y al "trote cochinero" y andando nos plantamos en el Cuartel de la Legión a las 21:50h (km77), pensamos que esto está ya hecho, porque nuestras piernas van bien y el ánimo mejor. Aquí nos espera la cena caliente y el temido "no te sientes a comer que no te levantas", a mí me dá un bajón, por lo que cojo pronto la bandeja y algo de chocolate para que no vaya a más, cogemos la segunda mochila, nos abrigamos más, y ahí ya nos quedamos solas mi Calonge y yo. Agradecerle el no perder tiempo para curarse una ampolla que se le estaba haciendo porque yo no estaba muy para allá, y preferia seguir que estar más tiempo parada. Cuando salimos de allí un corredor nos dice:"ánimo, el 90% que llega hasta aquí entra en meta", por lo que afrontamos la parte más dura de la carrera que es la subida a la Ermita, y su bajada, yo todavia con el estómago revuelto de todo lo comido-bebido durante horas, pero en cuanto nos ponemos a trotar de nuevo todo se pasa; nos sorprendemos que llevemos tanto km en las piernas y nos apetezca trotar todavia, pero ibamos estupendas, además la gente nos lo decia. Después de carreteras completamente oscuras, atravesar pueblos, parajes cerca del rio y otra subida, vemos el Tajo de Ronda iluminado, no queda nada, la "cuesta del cachondeo, o del coño", tiramos para arriba y entramos en Ronda, la gente en la calle nos vitorea, decidimos trotar hasta la meta, ¡si! ahí estamos después de 15h 42m, son las 3:42h de la mañana y lo hemos conseguido, y de verdad os lo digo, que las sensaciones buenísimas. Nos colocan el "ladrillo" de cientouneras, cenamos algo rápido ya que hacen 8º y el frio se nota, nos reunimos con algunos compañeros de pernocta y ponemos rumbo a una merecida ducha y a la cama.
Al dia siguiente, después de dormir unas 4 horas y media, nuestro anfitrión de casa nos lleva a una bodega de la zona, nos despedimos de los alicantinos, recogemos a Raquel y ponemos rumbo a Cartagena, no sin antes parar por el camino y comer con nuestros compañeros del Club Marathon para contar nuestras vivencias.
De 3700 corredores llegamos 1999, MªJosé y yo puestos 611 y 612, Raquel 1087, es lo de menos, lo mejor, haber compartido esta experiencia. Animamos a muchas compañeras del club a realizarla. ¡Nosotras podemos!